La vuelta de Kaká será un alivio para el técnico blanco que ahora ve multiplicadas sus opciones de ataque, después de haberse hecho a la idea de que no habría `9´de regalo. Su regreso llega ahora como un nuevo fichaje del mercado de invierno que le facilitará las cosas a Mourinho ya que son muchos los que ven al brasileño como un segundo delantero, después de Higuaín, de un Benzema que debe afianzar sus últimos logros para descartar que sus `hat-tricks´ante el Auxerre y el Levante no fueron fruto de su casualidad.
Después de cinco meses de recuperación desde que fuese operado por el doctor Martens en Amberes (Bélgica), en los que ha trabajado casi siempre en solitario para paliar su lesión de menisco, llegando incluso hasta a renunciar a sus vacaciones de Navidad para seguir entrenándose en Valdebebas, Kaká ha sorprendido a su entrenador con su regreso ya que éste no lo esperaba en activo hasta mediados de enero. Desde hace ya un mes, la vida de centrocampista transcurre entre las máquinas, la piscina y las botas de entrenamiento durante seis horas cada día, lo que le ha ido acercando a su ansiada meta.
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